Santa Semana Santa 2007

Y otra de las temporadas más altas y esperadas del año en destinos turísticos ha pasado. La Semana Santa que nos pone a todos por acá como acá le decimos: camotes. Osease super ocupados atendiendo a cuanto turista nos visitó. Ponernos “camotes”, a muchos, nos produce harto estrés, además de que como se maneja harto dinero pos todos andan encima de él, comparándose con la competencia y con la no competencia.
Yo me la pasé hace que hace trencitas en la Quinta Avenida. Sin tomarme ni un minuto de descanso. Terminé con los dedos todos madriados. Me duelen bastante, por eso le estoy dictando a mi nueva amiga y fans Sonia. Ella es una fans del D.F. que vino a vivir a Playa recientemente y por azares del destino nos conocimos. Me reclamó el abandono al blog y me ofreció ayuda para que yo le dictara y ella escribiera.
A partir de hoy me estoy tomando 3 días de descanso porque ya no puedo hacer ni una trenza más.
La Semana Santa estuvo llenísima de hartas gentes de todos tipos. Europeos, gringos, paisas de toda clase social, de los que te vuelan en first class hasta los que te compraron los boletos de doscientos en Volaris o Viva Aerobús y los llegados acá por Transportes Terrestres Turísticos María Guadalupe Llena Eres de Gracia procedentes de lugares bien lejanos como Guerrero, Tamaulipas o San Luis Potosí.
Caminar por las calles del pueblo requería de mucha atención, que si esquivar a los borrachos, las orinas y vómitos de los borrachos, cruzar la calle con harto cuidado porque los mismos borrachos no respetan ni los cruces peatonales, etcéteras.
Pa’l miércoles Santo ya no te podía más y lo bueno todavía no empezaba. Así que con unas propinas que junté me fui a darme un masaje relajante al lugar este de Verónica. En la Quinta Avenida junto al 100% Natural. Se los recomiendo bastante. Mientras esperaba mi turno para pasar me senté en la jardinera-banca que está situada ahí mismo, afueritas del lugar este de masajes y me puse a vivoriar a cuanto turista pasaba. Tratando de adivinar sus procedencias, sobretodo a los paisas, que si del D.F., que si regios, que si de Puebla, Guerrero, Tabasco, Veracruz, etc. Por fin llegó mi hora de entrar al masaje y entré al lugar. Una señorita muy amable me invitó a quitarme toda la ropa. Todititita como le dicen a Diamante en La Putiza. Se me hizo raro y me apené bastante. Quitarme la ropa frente a una señorita de verdad. Pero bueno, no me quedaba de otra, me urgía un masaje antiestrés. Y comenzó el masaje. No les cuento detalle mas que hasta me masajiaron las nalgas. Estuvo excelente. Saliendo de ahí a la trencería a seguir haciendo trencitas.
La dueña de la trencería haciéndose millonaria y yo ganando unos dolaristos extras para los tragos de la noche. Y gracias a ese dinerito extra pa'l trago conocí a Jacobo en el Voga. Se me hizo raro conocer a alguien ahí porque nunca antes te había ligado en ese lugar. La razón: nunca hay nadie. Pero sin embargo está bien el lugar. Al menos decente para los que buscan decencia y para los que no pues te está el otro antrucho este el Play@ 69. En el Voga a lo mucho ves a un par de tipos musculosos semidesnudos “bailando sensualmente”. Unos bailan, otros toman, otros están alrededor de la barra viendo el tiempo pasar con un trago. Pero la noche del jueves Santo te conocí a Jacobo. De Torreón Coahuila. Vino de vacaciones con sus amigos bugas. Y él es de close. Mientras sus jóvenes amigos se arreglaban para salir al horrendo Squid Row a bailar en la espuma, pa’ luego pasarse al tradicional Blue Parrot y terminar en el Bali tratando de pasar antes por La Santanera (todo el la Calle 12 entre 1era y 10 Ave), Jacobo fingía una terrible migraña y “se quedaba” en el hotel a descansar. Nomás pudiendo se salía en chinga al Oxxo, se compraba dos sixes de Sol y se los tomaba para envalentonarse mientras se arreglaba para ir al Voga. Pues ahí lo conocí. Y es que desde que lo vi algo raro pasó. Me atrajo harto. Caridad iba conmigo y se quería ligar a una vieja pero yo toda la noche estuve echándole los perros a Jacobo. Y en una de de esas que me pongo harta borracha y que me envalentono y que me le pongo a bailar sensualmente enfrentito de él y sonriéndole cual perra soy. Y que me hizo caso.
¿Qué creen?, Errática se ha vuelto a enamorar.