¿Quién dice...

... que la felicidad no se puede comprar? Aunque sea en forma relativa que no hagan pedo pero no entiendo el sicnificado de la relatividad y esas cosas. Pues si se puede. Sí se puede como que ganó Felipe Calderón. Sí se puede como no se pudo que la seleccion mexicana avanzara más de lo acostumbrado en el mundial que hoy termina bendito sea el señor. Sí se puede como que Juan Ramón Palacios estuvo (o está) al frente de su programilla Desvelados. Sí se puede como lo es el grito de miles o millones de mexicanos cuando se unen con una causa común. Relativamente como lo es todo en México. Sí se puede.

Primero dejenme contarles que ya fui y vine de mi terruño al cual cada vez que voy me doy cuenta que si amo pero prefiero extrañarlo. Fui a ver morir a un tío que nunca murió y que en sus "desvaríos de moribundo" me declaró su hamor. Con ache (H) de homosexual. Con ache (H) de homofóbico. Damn. En sus alucionaciones de ya mero me muero pero no quiero me pidió en privado que le diera un beso. El beso que siempre quizo pero que nunca se atrevió a pedirme. Claro que no se lo di, ya está muy grande y tenía cosas desagradables en las orillas de sus labios. Aparte se veía que no se había lavado los dientes en mucho tiempo. Iuuuu.
Vi a mucha gente y a todos me dio harto gusto verlos. Ningun enemigo, puras gentes que de alguna manera me aprecian, me quieren y me quieren bien. No diré nombres por temor de que se me olvide citar a alguno o alguna.
Lo que si les cuento y Arturo está de testigo, es que un sábado nos fuimos mi amiguis y yo a caminar. Primero al Parque Fundidora de mi natal Monterrey. Esperaba encontrarme el lugar mucho más bonito pero como todo está en remodelación pues no fue tan lindo. Salimos de ahí y tomamos el metro en la estación Parque Fundidora. Muy limpiecito y ordenado el lugar. Llegamos a la estación Cuahutémoc y ahí ordenadamente trasbordamos de la línea uno a la línea dos que nos dejó en la estación Morelos. Y llegamos a Plaza Morelos. QUE COSA, EN MAYÚSCULAS!!! Caminamos por el Barrio Antiguo que es muy lindo pero la verdad es que luce más de noche y terminamos en La Macroplaza no sin antes comernos una deliciosamente extrañada Carl's Jr.

Con todo lo que uno gasta y que en veces no te dejan gastar, que si aparte los traslados caríchimos y lo que gasté en un fin de semana de ley seca preelectoral pues a una se le suben los estreses. Y eso es muy estresante. Que si el tío no moría, que si el taxímetro sube a la velocidad de la luz, que si esto que silotro pos casi exploto en mi natal Monterrey. Y descubrí la felicidad. Esa que si se puede comprar. Y simplexmente, se llama Simplex. Porque con Simplex, la vida es mucho más simplex. Te tomas dos cada 4 horas o cada que las necesites, las chupas no saben a nada o te las tragas con agua como quieras. Tomar Simplex es así de simplex. No que a diferencia de El Mosco que cuando tomaba Relaxil Forever andaba apestando a patas por la valeriana. Pues Simplex tiene valeriana pero no apesta a patas ni a nada. Simplexmente Simplex no apesta nada, no sabe a nada y hace que la vida sea más simplex. Para alteraciones nerviosas y insomnio que yo no padezco de eso.
Cande, que también las toma, me enseñó que se pueden tomar como tic tac, cada que se necesiten véngansen dos a la boca y asunto arreglado.

Y ya. Si no subo fotos es porque el blogger no me lo quiere permitir.